¿Prefieres la verdad o la felicidad?

Posted by enlapractica on febrero 7, 2011 · 5 comentarios 

Es común la idea de que una persona que sabe menos es más feliz. ¡Cuántas veces hemos deseado no conocer tal cosa o tal otra porque nos hacía daño!? ¡Cuántas veces cierta inconsciencia nos ha hecho pasar por algo de forma despreocupada y feliz!? ¡Cuántas veces pequeñas mentirijillas ponen en nuestro interlocutor una sonrisa!? Sin embargo, ¿prefieres la verdad o la felicidad?

En la historia de la filosofía se ha relacionado en algunas ocasiones la Verdad y la Felicidad: la persona que conoce y busca la sabiduría, conoce el Bien y, por tanto, es feliz. El Asesoramiento Filosófico es un modo de apoyar a las personas en la búsqueda de su camino y en la resolución de sus conflictos. Y lo hace buscando la verdad. En palabras de Mónica Cavallé, asesora filosófica de referencia en España, “el filósofo asesor, recordemos, no subordina la verdad al bienestar” (Cavallé, M. (2007) Arte de Vivir, Arte de Pensar. Introducción al Aseroramiento Filosófico, Desclée de Brouwer, Bilbao, p. 46). Sin embargo, ¿qué verdad? Por supuesto, la verdad del asesorado o cliente.

Bertrand Russell, en uno de sus ensayos, decía “El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto del interés y el afecto de otros muchos. Que otros te quieran es una causa importante de felicidad; pero el cariño no se concede a quien más lo pide. Hablando en general, recibe cariño el que lo da. Pero es inútil intentar darlo de manera calculada, como quien presta dinero con interés, porque un afecto calculado no es auténtico, y el receptor no lo siente como tal” (Russel, B. (2010 [1930], La conquista de la felicidad, Mondadori: Barcelona, p. 203).

Una persona que es libre en sus afectos, tiene intereses, da y recibe cariño, es una persona auténtica, verdadera y que vive objetivamente, de acuerdo a su verdad. Podemos decir que una persona auténtica o verdadera es aquella que se conoce, conoce sus cualidades y sus partes oscuras y limitantes, observa y reflexiona sobre la realidad a su alrededor y busca congruencia entre sus pensamientos y acciones. En definitiva, busca su verdad.

 

Y tú, ¿conoces tu verdad?

 

¿Compartes tus verdades con las personas que te rodean?

 

¿Te hace feliz conocer la verdad?

 

¿Qué relación tienen para ti la felicidad y la verdad?

 

¿Qué es ser feliz para ti?

 

¡Practica! 

 

 

 

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